La concepción de la música en nuestro medio ha cambiado notablemente y, a nuestro modesto criterio para bien. Hace no muchos años atrás, la gente veía a la actividad musical como algo destinado a personas que no tenian mejores espectativas de la vida y peor aún, de sí mismos. El tiempo se ha encargado de romper aquellos esquemas que, sin temor a equivocarnos, nos negaron la posibilidad de tener grandes artistas, intérpretes o compositores, toda vez que en nuestra ciudad y durante décadas, han sobresalido ciudadanos ilustres dotados de un talento natural para las artes musicales quienes, en sus nutridas tertulias afirman lamentar no haber seguido y cultivado su inclinación y vocación por la Música. Hoy las cosas están cambiado. Las Universidades ecuatorianas: San Francisco en Quito, Técnica Particular de Manabí, Universidad de Cuenca, por citar ejemplos, han acogido a la Música como una de las nuevas alternativas para profesionalizar a la juventud toda vez que se trata de una carrera con diversas ramificaciones y propias particularidades como lo son otras, con sus propios terrenos científicos que nos muestran que en Música no todo es inspiración. La tarea de los conservatorios comienza a ampliarse presentandose nuevas y difíciles responsabilidades. Sin embargo, estas instituciones necesitan urgentemente el apoyo de los gobiernos de turno porque son entidades que tienen sus propias particularidades y problemas. Aún existe esa bicefalia proveniente del Ministerio de Educación para regir los destinos del nivel Inicial y Técnico. Es necesario señalar que éste Ministerio nutre económicamente en su totalidad a los Conservatorios a pesar de que la actual Carta Magna señala que los conservatorios pertenecen al Sistema de Educación Superior. El CONESUP academicante respalda a éstas instituciones únicamente en el nivel TECNOLOGICO, toda vez que en relación a la parte económica ni se ha tocado el tema en anteproyecto alguno, situación que se pone de manifiesto cuando leemos los proyectos de la nueva Ley Orgánica de Educación Superior y en donde estos temas no son debida ni suficientemente aclarados porque si la educación es gratuita hasta el tercer nivel, lógicamente cualquier cobro adicional sea por autogestión o cualquier otra catergoría que se nos pudiese ocurrir sería de hecho ILEGAL toda vez que la ley MANDA, PROHIBE o PERMITE, situación que deber ser lógicamente EXPRESA. Aquí no caben las interpretaciones extensivas hasta por economía procesal. Qué decir de los sueldos de los maestros del área musical, que no guardan relación alguna con el nuevo estatus emanado por la Constitución. En lo referente a las particularidades de la profesión, no es lo mismo evaluar en materias de carácter eminentemente teórico, como ocurre en algunas profesiones, que hacerlo en arte. El arte musical va mucho más allá. Se trata de evaluar el talento y eso de por sí es difícil. No nos extrañe pues que en países desarrollados la Música sea una industria gigantesca y lucrativa con intérpretes, compositores o ejecutantes millonarios que saben explotarla debidamente. La cultura de los pueblos es una de sus más grandes riquezas y nosotros somos los llamados a concientizar a nuestros jóvenes de la importancia de su estudio. Que la juventud ya no estudie Música sólo "por cultura general" o "para entretener en casa a su familia". Hoy el papel del docente músico también es transformar la sociedad formando buenos y mejores ciudadanos. ¡ Cuanta falta hace que en cada gobierno el área cultural sea llevada por funcionarios públicos TITULADOS EN ARTE ! , que obren con conocimiento de causa y que puedan ser artífices de políticas eficaces de desarrollo cultural y reformas legales efectivas que amparen ampliamente a músicos y artistas. Es hora de crear cultura, fomentar cultura y enriquecer al país con la cultura. Cada músico debe contribuir con su experiencia a fomentar la creación de nuevas normas que amparen el acontecer musical. Hacemos nuestro voto sincero por que así sea.
Vicerrector (E)
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